Maia tiene 18 años recien cumplidos y es natural de Georgia. La conocimos en REIR hace 2 años en un intercambio internacional de jóvenes. Desde entonces Maia ha seguido en contacto con la entidad y ha pasado algunas temporadas con visado de turista con un único objetivo: aprender a ayudar a los que necesitan su ayuda, aprender el oficio de educadora. Maia ha vivido en primera persona situaciones sociales y personales muy difíciles (y más para una niña o adolescente) en su país y siempre ha sabido buscar el lado positivo para buscar dicho objetivo. Ahora en la asociación le estan preparando un visado de larga duración (más de seis meses) para que pueda estar como voluntaria en REIR, aprender el oficio, seguir formandose en el campo social y poder volver a su país a ayudar a esos niños/as que, como ella hace muy poquito, estan en riesgo de exclusión. Para tramitar dicho visado necesitan cubrir diferentes gastos médicos, jurídicos, de gestión y los billetes de avión para dicha tramitación por valor de 500 €. En este caso no es solo ayudar a Maia, sino capacitarla para que en un futuro próximo sean cientos de niños y niñas los que se beneficien.